Son diez años de este cuaderno gastronómico que ha sido notario y testigo de esta década gloriosa de la gastronomía española. Desde mi perspectiva, Apicius es la publicación de gastronomía que más profundiza en las propuestas gastronómicas de los cocineros: sus orígenes, sus maestros, su crecimiento, su evolución, y sus futuros sueños.
Apicius radiografía el alma culinaria de cada cocinero.
En la entrada, me encuentro al renovador de la cocina asturiana, el modernizador de los platos franquicia de Casa Gerardo. ¡Qué grandeza la de D. Pedro Morán¡
Diferentes discursos se suceden, desde los que acaban de salir en la publicación por primera vez, y se sienten como niños que han pasado de lectores a protagonistas; hasta aquellos que repiten con frecuencia, cuyas declaraciones van por la línea de la difusión, del hecho de compartir, de la generosidad de unos cocineros con otros.
Las claves de esta década mágica de la cocina española han sido el talento, y la complicidad. Esta última se expande desde los productores a los cocineros hasta llegar a los comensales. La complicidad como herramienta para compartir y difundir el conocimiento, los descubrimientos, las ideas. Una verdadera familia gastronómica.
Albert Adriá, Eneko Atxa, Manolo De la Osa, Ramón Freixá, Diego Guerrero, Angel León, Nacho Manzano, Paco Morales, Pedro y Marcos Morán, Francis Paniego, Joan y Jordi Roca, Begoña Rodrigo, Jesús Sanchéz, Mario Sandoval, Paco Torreblanca
Desde mi mirada de disfrutador pasional de la mesa, una de los grandes aspectos que me llaman la atención es la cercanía de los cocineros cuando se encuentran a un cliente apasionado. De cliente a amigo, gracias Pedro y Marcos.
Noche única de alta emoción y recuerdo, supongo que cuasi eterno, por las pocas posibilidades que tendré de repetirla. Gracias Javier Antoja y todo el equipo de Montagud por haberlo hecho posible, y dejarme ser partícipe desde mi visión entusiasta. Es muy improbable que se olviden tantos minutos de emoción. Ya estamos en la cuenta atrás para la fiesta del XX aniversario.
Bocados que recordaremos. El plancton hecho ostra ya me emocionó este verano y lo volvimos a degustar. EL placton que engalanado se convierte en la dama de la perla. La ostra de Puerto Escondido.
Que hay fabes, aunque sea para cenar, éxito asegurado. No creo que haya un plato tan icónico asociado a un restaurante como la fabada de Casa Gerardo. Cuando salió ésta, los cocineros y demás invitados se apelotonaron alrededor de la mesa como si una musa hubiera aparecido en el salón. Vi entusiasmo en la cara del chef del mar, como se nota que en su casa no entra el compango. Mantecosas, alcanzando la untuosidad extrema. La fabada de la vanguardia.
Un helado de limón murciano con AOVE arbequina de Fernando Saenz (Heladería dellaSera) , un recuerdo gustativo que me transportó a una etiqueta de color azul marino que escondía un sugus de limón. Cremosidad , acidez, y un punto dulce-salado.
Posteriormente la tarta del décimo aniversario, los sabores dulces de la última década en una sola noche interpretados por Paco y Jacob Torreblanca.
Finalizaríamos tomando un Gin-Tonic, charlando con muchos de ellos, disfrutando enormemente. Además dejaríamos una foto para mi historia; a la derecha Marcos Morán que junto con su padre me hizo ver la luz culinaria el 10 de Julio de 2010, y me empujó a crear este blog; a la izquierda Joan Roca que gracias a su dedicatoria tras una comida en Noviembre del mismo año inspiró el nombre a este espacio virtual gastronómico. Un momento cómplice.
Fiesta X Aniversario Apicius: Cuatro horas de felicidad.
Esto se acerca mucho al relato del niño goloso suelto por la fábrica de chocolate, intento imaginar lo que disfrutaste con la cercanía de tantos genios de la cocina. Enhorabuena por la experiencia y por el post, Isaac.
Puede ser Fernando, ya sabes que pongo en ON el modo disfrute y no paro. Fue una noche memorable
Menudo «cajón» y tú en la posición de honor. Aquí la comida ha sido mero acompañamiento. Casi puedo imaginar tus emociones. Fernando lo ha definido estupendamente, un niño en la fábrica de chocolate.
Tú sí que te lo montas bien, granuja. 🙂
Además de catar los platos, catas a sus creadores. Envidia, mucha. Sana, poco. Un abrazo.
La comida y la bebida también se estuvieron catando 🙂 Noche de emociones, de conversaciones. Para que te hagas una idea, el amigo Eneko Atxa sabía vía el blog que habíamos estado donde Beñat
Aunque sea cata a ciegas tuya de hace poco fue también muy grande
Gracias porque con este post nos haces mas complices a la proximidad de las estrellas.
A veces
P odemos
I nterpretar
C on
I lusion
U niversos
S orprendentes
De nada, muy buena interpretación de las SIGLAS…. nuestra ilusión es disfrutar y compartir
Gracias a ti amigo Isaac por ser cómplice desde la mesa y por ser entusiasta y entrar en ese grupo de personas por las que merece la pena leer sobre gastronomía. Un fuerte abrazo, nos vemos pronto.
Estar en ese grupo de personas por las que merece leer de gastronomía viniendo de una saga como la tuya es un honor. Nos vamos a ver muy pronto en Prendes…. siempre me quedará Prendes
Un restaurantero en la corte del Rey Arturo!
A mi no me da ninguna envidia: estuve contigo. Gracias a Complicidad Gastronómica, estuve contigo.
Un fuerte abrazo
Buenas palabras Aurelio….siempre tiene que haber un restaurantero en estos eventos….
Que bien que os hayas vivido a través de las palabras
Isaac, esto es ser parte de la Historia (escrita con mayúsculas).
Enhorabuena y gracias por compartir el momento.
Un abrazo