Latasia: Fusión con sentido.


Saam alitass de pollo Latasia

La cocina de Latasia es fundamentalmente de alma viajera. Un espacio sencillo, abierto, con mucha luz natural, en el que en tiempos de COVID-19 el aforo está limitado a aproximadamente veinticinco comensales. Los hermanos Roberto y Sergio Hernández muestran sus vivencias culinarias a partir de un estilo en que los sabores asiáticos y latinoamericanos son predominantes, especialmente los primeros.

Las salsas y sopas forman parte importante de la propuesta ya que en ellas se basan los gustos principales de las degustaciones. Así la sopa de galanga con aliño Luang acompaña el chicharrón de pescado, una salsa nahm prik escolta a unos chipirones salteados y un siopao hecho en casa se rellena de un ají de gallina en la que el moje es personaje principal.

Se comienza con una ensalada con quinoa tostada, anguila, requesón y vinagreta de karashi. ¡Qué bien combinan los puntos grasos de la anguila y el requesón! La base es la quinoa que está aliñada en una vinagreta con shiso verde y mango y además se acompaña de otra vinagreta con karashi (mostaza japonesa). De esta forma los tonos grasos provenientes de la anguila y el requesón, se escoltan con otros más ligeros y además se añade un toque de cierto amargor que contrasta con la sutil acidez proveniente del lácteo. Acertado.

Anguila y quinoa Latasia

El chicharrón de pescado sobre aliño Luang resulta convincente y picaresco. La galanga y el adobo cooperan para tener sensaciones frescas y picantes al mismo tiempo, provocando esa sensación de voluntariosa repetición. EL pescado, en este caso mero, en una fritura muy limpia completa un plato muy agradable y ligeramente provocador.

Chicharrón de pescado Latasia

Seguiría con el solterito thai de chipirones con crujiente de quinoa. En este caso. la salsa base es una nahm prik, conformada habitualmente por chiles, chalotas, ajo, aceite y salsa de pescado que en Latasia se deriva hacia el aliñado de un salpicón. De esta forma, en boca se descubren percepciones atrevidas que van desde la intensidad del sazonado hasta el frescor de parte de la marinada. Quinoa y choclo varían la textura mayoritaria del bocado y provocan un respiro gustativo en otra degustación que tira del comensal para reincidir.

Solterito thai chipirones Latasia

A continuación, un siopao (bollo cocido al vapor) de ají de gallina y huevo de codorniz. Un plato que representa claramente la filosofía de Latasia y en el que se fusionan las influencias de los hermanos Hernández. La masa se realiza íntegramente en la casa y resulta fina, mientras que el relleno admite un punto de mayor jugosidad que se balancea con la salsa externa. De mayor reproducción dentro de la oferta culinaria de fusión de la ciudad, podemos catalogar el saam de alitas de pollo. Éstas se encuentran deshuesadas y glaseadas en una salsa bourbon coreana de provocativo bucle. Para degustar por parejas.

Siopao ají de gallina Latasia

La costilla de vaca glaseada con puré de patata resulta el plato de perfil más convencional. Lo cual no es óbice para destacar la suculencia de la pieza cárnica y su elevada melosidad, permitiendo que los huesos se desprendan después de un esfuerzo ínfimo. El puré de patata resulta un acompañamiento perfecto elevando esa impresión de textura sencilla y agradable y completando el dueto meloso. Infalible, pura mantequilla.

Costilla de vaca Latasia

La torrija en Latasia se acompaña de un helado de caramelo salado y está en esa línea de postres habituales. Se echa de menos una pizca de mayor jugosidad en el pan tras la fritura. El helado es un buen cortejo para provocar sensaciones de diferentes temperaturas. Mejorable.

Latasia es una casa de comidas tranquila, acogedora y de perfil trotamundos. Abierta hace cinco años y medio, se encuentra ya asentada en la capital dentro de un segmento de público joven y de mediana edad que buscan cierta personalidad en la propuesta gastronómica. Ese carácter se representa a través de esos sabores aderezados e intensos balanceados con leves puntos de frescor que conforman platos que empujan a reincidir.

Algunas casas como Latasia sin excesivo ruido ni desmesurado protagonismo por parte de sus cocineros han conseguido establecerse como espacios de deleite, diversión y repetición provocando buenas entradas frecuentes que avalan su continuidad.

Latasia: Fusión con sentido. 

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