El Celler de Can Roca : La búsqueda de la máxima emoción


Permítanme que hable de gastronomía sin citar platos, ni sabores, ni combinación de ingredientes. Tiempo habrá. Dejen que les robe cinco minutos y pónganse cómodos.

Josep Roca maneja el lenguaje y la palabra a la perfección. Es reflexivo y transversal. El nexo con otras disciplinas. El “camarero de vinos” que tuvo un sueño.

En “El Somni”, se realiza la siguiente pregunta: “¿Hasta qué punto la empatía determina la respuesta emocional a una degustación?”. En Apicius 23, de alguna forma él mismo se contesta: “El ingrediente más importante en la actualidad es la actitud”. Ambas cavilaciones rondan en mi mente y me hacen reflexionar sobre cuál es la diferencia entre los grandes restaurantes.

No tengo dudas: la cercanía, la identificación afectiva, el saber colocarse en el papel de ese comensal que ha llegado al restaurante: ¿Por qué está aquí? ¿Con quién ha venido? ¿Qué busca? ¿Cómo se comunica? ¿Cuáles son sus sensaciones? ¿Es un disfrutador? ¿Es un snob que anotará en su agenda un restaurante más? ¿Viene a reencontrarse con alguien?

Todo comenzó el 1 de Agosto de 2014 cuando consigo una mesa para cuatro personas para el 4 de Julio de 2015. 15 de Setiembre decido que en ella nos sentemos mis tres hermanos y este humilde juntaletras. 6 de Enero de 2015 les comunico mis intenciones. Siendo sincero con ustedes, una muestra de egoísmo, porque quiero tenerlos a toda costa en esa mesa junto a mí en el mejor restaurante del barrio de Taialà. Ellos y no otros.

Preparativos, gestión de expectativas, imaginación y nerviosismo. Barcelona, Montagud, libros, Espai Kru, tartar de tomate, recogida, Bodega 1900 y sus aceitunas. Tren matutino, ola de calor, caminar por la sombra, Rocambolesc, terraza y un taxi.

Joan, bienvenida, cava, terraza, abrazos, visita, asombro, innovación, proyectos, futbolín, compromiso social.  Pitu, bodega, sonrisa, austeridad, generosidad, complicidad, música, sosiego, poesía, palabras, magia, Jerez, Miguel Poveda y unas lágrimas. Jordi, cocina, tecnología, personas, orden, organización, partidas, compromiso y decenas de miradas llenas de aspiraciones. Fotografía, larga espera, historia.

Todavía el paladeo no ha tenido lugar. Nos sentamos, nos miramos. Entregado, reconozco mi bisoñez. Me supera lo emocional. ¿Con quién estoy y dónde?

A mitad de menú, se acerca sigilosamente Pitu. Nadie le ve hasta que está al lado de nosotros. Se mueve en su hábitat. Nos mira y provoca un impasse. Se fija en mi hermano y de forma tenue, con la voz calma le pregunta: “¿Qué tal estáis? ¿Estáis bien?”. Mi hermano tiene 53 años. Le he visto llorar poco. Sobre todo, cuando nuestros padres se han ido. No es como yo. De forma mágica se enternece y su cara se humedece. Me doy cuenta que Pitu Roca es un ilusionista.

PituRoca_CellerdeCanRoca

Permíteme Josep, reescribir otras de tus líneas en Apicius 23: “Todos somos parecidos, todos buscamos lo mismo, queremos sentirnos queridos”. “Estamos emocional y sensorialmente desnutridos”.

El Celler de Can Roca: La búsqueda de la máxima emoción.  

P.D: Este escrito es un homenaje a mis hermanos. Gracias a Joan, Josep y Jordi Roca por su empatía y por cocinar para nosotros.

Rocaagüero_CellerdeCanroca

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18 Comments

  1. Ana Mª Agüero
    8 julio, 2015
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    Lo primero gracias a ti por hacer que los sueños se hagan realidad y luego a los hermanos Roca por hacernos sentir como en casa y como amigos que hace tiempo que no se ven. Fueron capaces de emocionar todos nuestros sentidos: olfato, gusto, tacto y oído. Inolvidable, por encima de todas mis expectativas!!!!! Te quiero!!!! Hermano, has llegado muy alto, estoy mi orgullosa de ti y los que no están aquí también, estoy segura de ello.

  2. antonio Colsa
    8 julio, 2015
    Responder

    Tengo que decirte, que se me han humedecido los ojos cuando acabo de leer tu post.
    Enhorabuena por lo escrito, pero sin duda enhorabuena por saber disfrutar ese momento junto a tus seres queridos.
    Un abrazo Isaac

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      Gracias Antonio, eres muy grande y otro disfrutador total. Quiero ir de Carnaval contigo

  3. Elisa Agúero Fuentes
    8 julio, 2015
    Responder

    EL FUEGO A TÏ DEBIDO
    ——————————————-
    Detrás de los años te espero
    cómo bebiendo la boca
    qué no tiene sed.

    Se oye el aliento del aleluya
    sumergido en un compás inacabable.
    No estoy en soledad de hora.
    Los pasos marcan los segundos.

    Y tú ,seres de Roca
    de un tacatá con dirección…..
    Interminable
    cómo huellas sin Tierra…
    con Fragancias y Espinas.

    En algún camino os abordaré
    cómo una flecha sangrante,
    sombra de algun faro
    de tres piedras…de tres.

    Iré caminando cerca ,
    cerca de vuestra casa.
    Razón de Amor. Hierba Fresca.
    ( E:A )

    Siempre sorprendente….Isaac…………Gracias y ENHORABUENA

  4. Toni Grimalt
    8 julio, 2015
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    Yo llevé a mis amigos. 12, ni más ni menos. Me comentaste entonces que no era la mejor manera de disfrutar el Celler. No sus platos, estamos de acuerdo. Pero te juro que en el Celler disfrutamos como pocos clientes lo han hecho. Entiendo perfectamente tus sensaciones de «facilitador gastronómico» y más tratándose de tus propios hermanos. Enhorabuena a los 4!

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      De verdad, no es tanto el hecho del facilitador gastronómico. COmo dijo en el texto, yo buscaba mi emoción máxima..

  5. Jotayb
    8 julio, 2015
    Responder

    Hola Isaac, precioso relato de lo vivido y sentido, siendo el Celler el canalizador de toda esa emoción. Como bien dices, cada uno acude a este templo con «su motivo» y son los hermanos Roca, con su magia, los que hacen que las emociones afloren.
    Enhorabuena por hacer haber disfrutado, y haber hecho disfrutar y emocionar a tus hermanos.
    Abrazotes.
    Juanjo.

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      Gracias; creo que una gran virtud detectar por parte del hostelero cuál es la razón de la visita a un lugar así.

  6. Jeronimo
    8 julio, 2015
    Responder

    Eres un tío grande Isaac.
    Un abrazo para tus hermanos/as, a ver si le han cogido gustillo y vuelven por aquí.
    Y quedamos todos a la espera del comentario gastronómico.
    Un abrazo.

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      Gracias Jerónimo. Siempre habrá un GT preparado en la mesa, esperándote…

  7. Aurelio G-M.
    8 julio, 2015
    Responder

    Gran ejercicio de síntesis en este post tan conceptual.

    Tremendo el párrafo en el que con 10 palabras aprox defines a cada hermano.

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      No son definiciones propiamente dichas, sino el primer contacto que tenemos con cada uno de ellas durante la experiencia. La síntesis compleja pero gradecida

  8. 8 julio, 2015
    Responder

    En Twitter lo calificas como un «escrito diferente». Escrito diferente (otra cuestión, otra perspectiva), y escrito como siempre. Empatía y emoción también en tu texto, Isaac. Fantástico.

    • Administrador
      8 julio, 2015
      Responder

      Gracias Jongo. Con diferente quería decir que no ten´´ia un enfoque tan gastronómico. Me alegra que te haya gustado

      • 9 julio, 2015
        Responder

        Sí, Isaac. Así te entendí desde el principio. Que no lleve a confusión mi juego de palabras. El post es maravilloso. Seguro lo será también el que se centre en el menú.

  9. 26 julio, 2015
    Responder

    ¡Me encanta este post hedonista fraternal!

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