Trattoria Manzoni: Posiblemente las mejores pizzas de Madrid.


Pizza Manzoni Manzoni

La trattoria Manzoni ha cambiado de ubicación, desplazándose de la concurrida zona de Ponzano a la calle de Rosario Pino. El nuevo local resulta muchísimo más amplio y luminoso, aumentando plenamente la comodidad de los comensales. Sin lugar a duda, un salto hacia delante en búsqueda de un mayor confort para la clientela.

Nacho Gil y Stefano Carta son los socios de Manzoni. El primero domina la sala, mientras que el segundo se encarga de la cocina, teniendo a su padre Albert Carta como pizzaolo. Gastronómicamente casi todo sigue igual. Se ha aprovechado el cambio para reducir el número de pizzas disponibles, en función de las más demandadas y para añadir algunos platos nuevos como los paccheri pomodoro, la costolette milanese o los sphagetti del contadino a la chitarra. La cocina de Manzoni es sencilla. No se pretende inventar nada, sino realizar platos directos y naturales con muy buenos ingredientes casi siempre traídos de Italia para marcar ciertas diferencias.

Diferentes son sin duda, las pizzas. En primer lugar, su particular forma ovalada, a continuación, su finura y crujiente y finalmente su digestión gracias a la fermentación de su masa entre 48 y 76 horas. Los ingredientes que contienen son de elevada calidad y en cantidad justa, conformando pizzas sutiles y elegantes. Sin duda de las mejores de Madrid.

En lo relativo a las pizzas, pude degustar el siguiente trío. La Manzoni con tomate seco, rúcula, pecorino sardo y prociutto cotto. Una pizza de corte clásico en la que la rúcula y el tomate seco son protagonistas. En ese corte de tradicionalismo, también destaca la diavola con salame picante y orégano. Dentro del grupo de las originales, llama la atención sin duda la pizza con patatas chips (hechas en casa), huevos de codorniz y aceite de trufa blanca. Una delicia para los niños y los no tan niños.

Pizza de patatas y huevos de codorniz Manzoni

Personalmente, creo que se necesitan dos visitas para abarcar una buena parte de la carta de Manzoni. Una jornada de pizza y otra dedicada al resto de opciones que son numerosas. Para abrir boca, el pan de Carasau resulta ineludible. También importado desde Italia, concretamente desde Cerdeña, en Manzoni lo hornean ligeramente y añaden un buen aceite. El resultado es un pan muy fino y crujiente, profundo de sabor y adictivo.

Se puede seguir perfectamente por una ensalada de burrata. El queso fresco y elegante, ciertamente liviano se acompaña de tomates secos, unas estupendas mini berenjenas encurtidas que añaden un toque de amargor y frescor y un mézclum de lechugas que desmerece. La combinación del queso con las berenjenas es acertadísima.

Burrata Manzoni

Stefano Carta utiliza para su vitello tonnato lomo alto que convierte en finas láminas de roast beef. La carne se acompaña de la salsa tonnata. El conjunto en boca es muy elegante, buscando una salsa poco intensa para que el roast beef sea protagonista. En este caso las alcaparras dan ese toque amargo que invita a volver a degustar.

Vitello Tonnato Manzoni

Antes de pasar a las pastas, resulta muy recomendable solicitar el steak tartar. Lomo a cortado a cuchillo con aderezo muy poco invasivo que ayuda a mantener los sabores más cárnicos. Muy notable.

Steak tartar Manzoni

Un buen ejemplo de la sencillez de las elaboraciones de Manzoni son los paccheri al pomodoro. Pasta seca, ligeramente gruesa con una salsa de tomate que transmite autenticidad. Tomates traídos desde Italia que expresan madurez desprendiendo cierta acidez y dulzor al mismo tiempo. Se percibe al degustar sensaciones de calor y solo. Simplicidad distintiva.

Paccheri pomodoro Manzoni

De mayor suculencia, son los espagueti del contadino a la chitarra. Pasta fresca, de forma irregular y ligeramente cilíndrica con solomillo cortado a cuchillo, tomates semisecos, espárragos trigueros y una yema de huevo de corral que se mezcla con una salsa demi-glace de ternera. Conjunto sabroso, pasta pasta ciertamente aldente. Si le buscamos un pero diríamos que existe un ligero exceso de salsa en esa potente demi-glace.

Sphagetti al contadino Manzoni
Foto cortesía de Trattoria Manzoni – Mikel Ponce

Dentro de la carta de postres, lo más original son los cannoli siciliani rellenos de queso ricota y miel. Una masa frita y gruesa, crepitante, que casi necesita cuchillo y tenedor. Lo mejor es la crema de queso ricota en forma de relleno; levemente etérea y con mucho sabor.

La trattoria Manzoni es un gran modelo de restaurante especialista. Sus pizzas marcan totalmente la diferencia y justifican la visita. El resto de la apuesta se basa en platos italianos, simples y sinceros que cuentan con una acertadísima selección de ingredientes, provocando cierta distinción. El flamante nuevo espacio es una mejora muy sustancial tanto en las dimensiones de la cocina de la sala. Un local para que Manzoni siga con nosotros por muchos años.

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