De la actual parrilla gastronómica televisiva, destaca un programa por encima del resto “Cocina2”. Búsqueda de producto, análisis, visitas a mercado y productores. Una muestra de la cocina desde un punto de vista didáctico. Se hace disfrutar con un plato a comensales comunes que evalúan desde el gusto más primario. Seré sincero al manifestar que el visionado del programa ha provocado el último empujón para visitar este restaurante barcelonés.
En Dos Cielos se busca por encima de todo la suculencia de una forma elegante. En los platos prima el sabor, pudiendo calificar la culinaria de tradición modernizada ó contemporánea. Fiel reflejo de los pasos de Sergio y Javier por casas como Alain Ducasse, Plaza Atenée, Philippe Rochat, El Racó de Can Fabes. Una de las grandes conclusiones que uno extrae al ver a los hermanos Torres cocinar es que no hay contemporaneidad sin tradición.
De la aventura televisiva y de esa vuelta profunda por nuestro país, se observan homenajes a ciertos productos como el jamón y el cabrito extremeño, el ajo negro de las Pedroñeras, el carabinero. Destaca a su vez la estética de los emplatados resultando éstos vistosos y limpios.
El restaurante se sitúa en el piso 24 del Hotel Meliá Sky. Se disfrutan de unas hermosas vistas sobre la Ciudad Condal, destacando ante nosotros la Sagrada Familia. El entorno es moderno y funcional. La cocina sorprende, ya que se sitúa a la vista del cliente sin ninguna separación entre ella y la sala. Aun así, la tranquilidad es total. Pareciera que no estuvieran cocinando, no hay gritos, ni ruidos, ni olores. Se cocina a través de miradas de complicidad culinaria. Una de las salas de más categoría que nos hemos encontrado.
De su pasada estancia en Brasil, se han traído la mandioca y con ella realizan un bizcocho de polvillo relleno de crema de raíces que nos resulta crujiente, algo etéreo. Fino pero con falta de pegada.
Sin pausa, llegan los erizos de mar: pan de algas con yemas de erizos, caviar de aceite y algas junto con un consomé cítrico de galeras con plancton y tinta de calamar. Espectacular, sabroso, yodado, crujiente y meloso. De más a menos en cuanto a sabor, ya que la potencia del consomé es controlada. Éste reconforta, casi nos limpia y trae recuerdos de salitre, de caracolillos, de esos niños con su redeño intentando capturar algún molusco. Un plato que conjuga producto, tradición y técnica.
De gran frescor y muchos matices resulta el tomate y capellanes. Diferentes ahumados se sitúan de forma armónica simulando las agujas del reloj como en aquel plato de especias de El Bulli. La salinidad y el ahumado de las “horas” van aumentando en el sentido de las agujas. En la mecánica del reloj se sitúa un agua de tomate llena de gusto que se cristaliza en su parte exterior. Fresco, reconfortante, sensaciones de rocío y sal.
Siguiendo la línea estética comentada anteriormente, la berenjena frita con coriandro, cominos, y verdolaga. Un plato de tremenda elegancia que se llena de matices a través de un buen número de secundarios como el pimiento rojo, la verdolaga, el amarantto, la mostaza y un gran cantidad de especias y flores. Por encima de la verdura, piel de patata que le da esa cobertura blanca y papel de plata comestible recordando a restos de un asado más convencional. Ejemplo de colocar en el podio un producto “normal” y rodearlo de otros para producir una gran obra. Resulta de textura cremosa y complejo en cuanto al elevado número de matices.
Continuaríamos con una serie de platos en los que destaca el protagonismo de un producto. Para comenzar la primera florada de guisantes lágrima con espárragos blancos. Nos resultan crujientes con un punto de dulzor. Combinación perfecta con ese toque terráceo de los espárragos que se exponen a través de una ligera royal. Producto y academicismo.
Se continúa con el Ajo Negro de Las Pedroñeras . Procedencia presumiblemente japonesa. Se fermenta durante 40 días a 60ºC para alcanzar ese sabor y tono. Dos bocados; por una parte una hostia con sabor ajo (representando lo que el ajo negro es para los Torres) y por otra parte en diversas texturas: crema, “crujiente seco”, flor. Una muestra de lo que se puede desarrollar con un solo ingrediente que normalmente funciona como un acompañamiento. Un aderezo con enjundia que actúa de actor principal. Análisis, estudio, pero sobre todo cariño.
Con la cuchara se ataca, el ravioli de foie gras, tomates y secos y aceitunas negras. Cada día se realiza la pasta fresca y se rellena con el foie fresco y castañas. Un consome no excesivamente potente para que el ravioli sea protagonista. Probablemente el plato más convencional del menú.
Llega el turno del jamón en un plato titulado Jamón, Jamón. Suculento, untuoso, sin ser graso, un escándalo de fondo con toques florales a partir de un jamón de Extremadura. Reflejo de un tremendo refinamiento. Sobresaliente.
Fuera del menú, solicitamos la posibilidad de probar alguno de los arroces de los Torres. Nos ofrecen un arroz meloso de pescados y pulpo. Profundo, de textura casi aldente, muy meloso. Detalle no incluir en el precio final esta degustación.
El carabinero se saltea unos segundos en la plancha de forma que se presenta en un punto aldente en textura. Su sabor se potencia a través de una liviana salsa holandesa de sus cabezas y cítricos. Sencillez y tradición alrededor de un producto que poco más necesita. Acertadísimo.
El cabrito lechal a la brasa provoca reminiscencias. Se acompaña con ciruelas de temporada, anchoas, ajos confitados y migan de pan que aportan ligeros matices dulces y salados. Carne de sabor regio. Cocido a baja temperatura, marcado a la brasa de encinas y sarmientos. Sabor amplio, intenso, largo potenciado por un buen jugo. Recuerdos a pastos, hierba tanto en el gusto como por la etapa olfativa.
Complejidad y texturas son las principales características del gin tonic. Postre que como el combinado parece que sigue vigente. Como no podía ser de otra forma, nos resulta muy refrescante. De alto número de composiciones como una gelatina de tónica, moshi de ginebra, helado de limón, …. Amalgama de urdimbres que conforman un gran postre.
En ese línea de armonía visual, el café XXL compuesto de granos de café salados, ron, cacao, vainilla, anís. Un postre de envergadura, menos goloso de lo que su nombre indica y con ciertos matices de alcohol interesantes. Una especie de carajillo dell siglo XXI.
Dos Cielos es un gran restaurante. Por entorno, por cocina y por un servicio de elevado nivel. Detalles en las explicaciones de los platos, en permanente estado de atención a cualquier vicisitud de la mesa y con la cercanía justa. De esos servicios que mejoran claramente la experiencia gastronómica.
En cuanto a la cocina me ha resultado refinada, de sabores reconocibles en conjunción con un alto grado de finura. Platos que casi en su totalidad tienen un único producto como claro protagonista. Suculencia y distinción que se unen con un academicismo aligerado.
Como en algunas otras ocasiones, carta de vinos con precios demasiado elevados (x3 aprox) y más cuándo alguno de ellos se solicitan por copas. ¡Cómo mejoraría la oferta con un maridaje a un precio justo¡.
Claramente Dos Cielos se sitúa en la cúspide superior de los restaurantes de una estrella. ¡Qué grandes diferencias sigue habiendo en esta categoría¡. Experiencia total en relación a lo que debe ser un espacio de gastronomía de alta categoría por ambiente, atención y culinaria.
Dos Cielos: Experiencia gastronómica completa.
Dos cielos me resultaba una propuesta muy atrayente antes de leer tu artículo. Gracias al programa televisivo (muy bueno, por cierto) descubrí a este par de cocineros que demuestran cada semana simpatía, inquietud y muy buen hacer ante los fogones. Leerte me corrobora que ciertamente es así y que no se trata de un producto mediático.
Sabes que, como tú, me siento embarcado en una cruzada personal en busca del sabor. Este puede ser un buen puerto en el que fondear. Lo tendré muy en cuenta para el futuro. Una pena no haber podido acompañaros en esta ocasión.
Toni, estoy seguro que no te defraudaría. El veredicto y disfrute de la mesa fue unánime. A la cruzada en busca del sabor me apunto. Sobre este tema se puede hablar largo y tendido.
Como siempre , te has salido , pocas veces te han puesto tanto la silla , para cada foto .
Gracias Oscar. Si lo de la silla, tremendo. Con tanta frecuencia no me había ocurrido nunca.
Cocina contemporánea con sabor y fundamento, ¡me pone!
Creo que si lo haría. Fundamento, servicio, entorno.
Fantástico post para una enorme experiencia. Las fotos son tan buenas que vuelven a mi mente olores y sabores. Me quito el sombrero de Tabanquero.
Gracias Fernando. Me agrada tu tranquilidad y aplomo en una mesa, una especie de disfrutar silencioso.
Pero no exento de pasión. Supongo que doy esa imagen de relax, para mí una buena mesa es como un orgasmo silencioso.
Ja, ja hemos pasado de disfrutar al orgasmo. Todo es placer.
En silencio , nooooo.
Oscar, vamos a tener que estar alerta la próxima vez que comamos con Don Fernando Tabanquero.
Ya veo el ala dura de Los Restauranteros qué bien se lo pasa… Lo comentado la noche del sábado del encuentro: tendré que volver a BCN a hacer los deberes que me dejé sin hacer este finde: Abac y Dos Cielos.
Abrazos
Ya sabes que siempre hay un reducto que 3 comidas en 2 días le parece poco. Esta vez estuvimos en ese reducto.
Estoy de acuerdo en que hacen una cocina espectacular y sé que tienen un gran equipo, pero no puedo evitar sentir (sin animo de generar prejuicio) que algo de mediático si que tienen, sea por su aparición en los medios, es inevitable que tengan una diferente actitud ante las cámaras que en la vida misma, y a veces parece que tengan un comportamiento demasiado preparado o forzado. A pesar de eso, aprendo mucho de los esos episodios y y tengo la intención de ir algún día a dos cielos a disfrutar de su cocina de altura. Tengo la suerte de haber conocido tres de sus miembros de equipo de cocina y haber trabajado con ellos en una ocasión y son unos grandes profesionales!!
Hola Mireia, Gracias por leer este blog y participar. En el post, el programa apenas se menciona y te puedo decir que contacto con ellos durante la comida fue muy breve. Apenas un hola, una foto de grupo y ya. Lo que se tratado de comunicar es la experiencia gastronómica y tanto yo como mis compañeros de mesa disfrutamos mucho, mucho. Es un lugar muy recomendable.
Excelente experiencia y narración, Isaac. Con ella acabas de disipar todas las dudas que pudiera tener acerca de lo que disfrutaría en este restaurante.
Me lo apunto… todo llegará 🙂
Gracias Fernando. Los 3 restauranteros que fuimos tenemos una opinión bastante parecida.