Erase una vez un bloguero (Christophe Pais) que tenía un blog que se llama No se le puede llamar cocina. La web era visitada por miles de visitantes por las crónicas de los restaurantes visitados y en mucha mayor medida por las didácticas recetas en las que que se mostraban: arroces, aves, carnes,…Lectura que enganchaba fundamentalmente por el conocimiento, el empeño y la pasión de rozar la perfección en cada una de sus elaboraciones caseras.
Ese entusiasmo se ha trasladó en un primer lugar al Rice Bar La Bomba del que dimos buena cuenta aquí, y ahora continúa con la apertura de un hermano mayor, la Bomba Bistrot, con mayores pretensiones. Propuesta basada en una materia prima excelente, y en elaboraciones sencillas que no fáciles, pero sobre todo analizadas, estudiadas, detallistas.
Agradable emplazamiento para las noches de verano tanto en el comedor interior que abre sus ventanas a la noche madrileña, como en la terraza equipada con esos cada vez más frecuentes chorros de agua vaporizada.
Tras un “secretario de estado” (Vermouth, seltz y ginebra) que entona, afrontamos le cena con una de las novedades de la carta el tartare de secreto de buey. Corte muy poco habitual para este tipo de preparación, donde suele prevalecer el solomillo. Seccionada en el momento, esta pieza aporta veta, mayor infiltración de grasa, y por tanto jugosidad. Preparación donde destaca un gran foco en el producto, un steak tartare para verdaderos carnívoros, donde el resto de ingredientes actúan como verdaderos secundarios. El pan asado sobre leña de encina le aporta en nuestra opinión demasiado toque ahumado, lo cual tiene sencilla solución, comerlo solo.
Mientras esperábamos el arroz tuvieron la gentileza de deleitarnos con unos trozos de la butifarra de los hermanos Rovira. Palabras mayores, de la suculencia a la potencial gula.
A continuación, uno de los clásicos de la Bomba Rice Bar que también tiene su presencia en el bistrot, el arroz meloso de carabinero en caldero. De gran nivel el fondo realizado con rape, merluza, gallos, chirlas, y las cabezas de los carabineros a baja temperatura para conseguir una limpia infusión que aporta el alma sápida a la composición. Generoso fondo en materia prima que se comporta como hilo conductor de un arroz tipo sénia que destaca por tener una gran capacidad para absorber los sabores de otros alimentos. Cremosidad en el grano. Generoso perol que provoca que se puedan comer dos platos casi enteros por persona. Seguramente estamos ante uno los lugares destacados para comer un arroz en la capital.
Y en la parte dulce, la famosa Paulova, postre que toma su nombre de la bailarina rusa, Anna Pavlova. Merengue, nata con vainilla, fruta de la pasión, grosella, mango. Crujiente y cremoso en texturas, dulce y ácido en sabores. Postre efectivo, un seguro para los diferentes paladares, ya que mantiene ese perfecto equilibrio dulce-ácido.
Y hasta aquí nuestra experiencia en la Bomba Bistrot; dada la pasión de Christophe tanto en la selección del producto como en el pormenor de las elaboraciones estamos seguros que se puede recorrer la totalidad de la carta sin posibilidad de error.
La Bomba Bistrot: Cuando la pasión guía.
Mira que os gusta el tartare…… Yo como que prefiero que la carne tenga un toque de «fuego», no demasiado pero sí un toque.
Con ese arroz sí que me quedo, tiene una pinta impresionante.
No creo yo que la Paulova haya comido muchos postres como ese que lleva su nombre, esas se cuidan tanto que no disfrutan de este tipo de delicias.
Bueno Isaac, que tengo la maleta hecha, me voy a tu tierra que mañana tenemos una «pequeña» experiencia que promete ser muy interesante.
Un abrazo y a ver si en agosto tenemos la oportunidad de compartir algo.
Disfruta que mañana lo harás; nos intentamos ver en Agosto.
El arroz con una pinta estupenda, al igual que el postre, aunque yo hubiese elegido algo mas ligero para compensar el caldero inicial.
Saludos.
Ya metidos en harina…..
Ese tartare tiene una pinta brutal, con los trozos de carne que se noten bien al masticar y no como otros que parecen una masa informe cual paté.
Y ese arroz…se nota que se han tomado su tiempo para conseguir un buen fondo, sin duda el alma de todo gran arroz.
Y mi pregunta de siempre, de vinos que tal andan?
Bien, carta de vinos gestionada con el sumiller de Santceloni….Cava Gramona 19€
Tanto el tartare como el arroz tienen una pinta tremenda.
El aderezo del tartare de secreto, ¿es igual que el de un steak tartare de ternera clásico?
Saludos.
Si el mismo aderezo, el corte del secreto a cuchillo, más carnívoro, trozos algo más grandes de carne….
A mi cada día me gustan mas los tartares y los carpaccios y los ceviches y eso que antes no me gustaban las cosas no pasadas por fuego , pero si están bien hechos todas estas elaboraciones son una delicia.
El otro día hice un intento de ir sin reserva en la terraza y no conseguimos mesa y me quedé con las ganas. El tartare de secreto no lo he tomado nunca, excusa perfecta para un nuevo intento,
Un saludo
Felix, gracias por introducir un comentario. ENtre semana no había problema, me ha comentado Christophe que fines de semana si que está más o menos completo. Solo es cuestión de planificar un poco y reservar
Soy poco «laminero», pero esa capa de nata de la Paulova….
aiaiai!
Postre francés como el copropietario…..muy agradable….Una recomendación para tus escapadas madrileñas