He de confesar que tenía ganas de visitar El Carmen de Montesión. De estas veces que antes de hacerlo, uno mismo se crea expectativas, lo cual siempre puede provocar ciertos peligros en la psicología de la experiencia final. Afortunadamente las sensaciones han sido de alabar. Iván Cerdeño camina a pasos agigantados en un proyecto sólido …