En julio de 2011, cerraba el mítico Príncipe de Viana, que dio tanto de comer a las altas alcurnias empresariales. La crisis, y el cambio en la conceptualización del lujo provocaron su cierre. Un año más tarde, Iñaki Oyarbide, propietario y cocinero, abría en el mismo emplazamiento, IO. Con una renovación total del local  se …