Viernes en Santander, se llega tras viaje de Madrid. Nevera sola y vacía. Ganas de comprar, y luego cocinar nulas. Deseo infinito de conversación relajada, de tranquilidad. Anhelo de estar con tu sangre. Capricho de lo sencillo, de lo cotidiano que a veces resulta ser excelso  transformándose en el “placer de lo cotidiano”. Estamos en …