La Malinche Santander: Correcto tapeo


Buscábamos un lugar para una cena informal de amigos, y nos habían hablado del Bar La Malinche en Santander de reciente apertura. Ubicado al lado de la heladería Regma en Hernán Cortés, y en el local en el que durante años estuvo el “Bull”, uno de los pequeños pubs que nos daba por visitar cuando éramos más jóvenes, y el grunge era una tendencia.

El comedor se encuentra en la piso de arriba con una decoración moderna, casi juvenil y voluntariamente descuidada, justo como vestían los grunges. Carta enfocada para compartir, no vemos el orden clásico de las mismas: entrantes, pescados, carnes; y entendemos que en el camino está el fin.

Comenzamos con una ensalada de ventresca con dulce de pimiento rojo. Combinación de diferentes tipos de lechugas con un poco de ventresca, y mermelada de pimiento. Cocina de ensamblaje.

A continuación queso divirín con mermelada. En este caso la mermelada era de cebolla, y se le había añadido esa cebolla frita que ha popularizado una marca de muebles de bajo coste. La mermelada correcta, aunque creo que encajaría mucho mejor una mermelada más ácida. La cebolla frita aporta mucha sal al conjunto; pero este queso me encanta.

Seguimos con unos crujientes de bacalao con crema de piquillo, rellenos de una especie de brandada de bacalao. Agradables.

Pasamos a los chipirones emparrillados con vinagreta de soja. En su punto, con una buena cantidad de cebolla caramelizada que aporta cierta jugosidad al plato, pero me sobra la vinagreta de soja, no creo que le aporte nada. Se está convirtiendo en fiel seguidora de las reducciones de Módena. La sensación del plato es buena.

Antes de pasar a los postres, también se compartieron unos entrecots al carbón con rucula y parmesano. La carne buena de sabor pero algo pasada de punto. Mejoraría el acompañamiento con unas patatas fritas y unos pimientos asados en lugar de los dos ingredientes italianos.

Como postre, probé el coulant de Michael Bras. El coulant es una receta de Michael Bras, desconozco si el de La Malinche es de él ó no, lo dudamos de forma jocosa. Viene acompañado de una bola de helado de fresa (podría asegurar que es de Regma), que siempre resulta agradable para el contraste de temperaturas con el coulant que se debe servir caliente. Un postre seguro para todos aquellos a los cuales os apasione el chocolate.

En definitiva, una cena de picoteo correcta; en un rango de precio entre unos 20-25€ (sin cocktails). Se trata de una cocina prácticamente de montaje sin fondo de cazuela, ni elaboraciones que lleven tiempo.  Entendemos que La Malinche Santander puede ser adecuada para un determinado tipo de público que buscan una mayor informalidad, un menor precio, un entorno donde el ambiente sea importante.

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2 Comments

  1. kintiman
    7 noviembre, 2012
    Responder

    No todo van a ser restaurantes estrellados, jajaja.
    Para tomarse unas cañitas no pinta nada mal, la verdad.

    • 7 noviembre, 2012
      Responder

      Ja,ja…claro que sí, hay que visitar muchos sitios, y pensar a quién van dirigido, y qué hacen, y sobre todo por qué.

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